sábado, 25 de mayo de 2013

Carla Morrison, la voz de una generación

Carla Morrison es una compositora e intérprete que nació y creció independiente. Es de las pocas artistas que debe mucho su éxito a las redes sociales. Con apenas 26 años y un Long Play, Déjenme llorar, lanzado durante 2012 —y aun hoy tiene el sitio 16 de ventas en las tiendas Mixup. Ha sido el ciberespacio el que se ha encargado de difundir su música. No tiene nada que ver con las cantantes de televisión, o campañas de las grandes disqueras. Ella compone, escribe y produce su disco, bajo el sello de Intolerancia, que lo mismo escuchamos en redes, en el Palacio de Hierro o en sus giras por la República Mexicana o centros donde los jóvenes van fascinados a escucharla. Es la nueva voz de una generación.
Allá en su natal Tecate, Baja California, empezó su música en 2006, con bandas de covers. Se va a Phoenix, Arizona, a estudiar más música. Forma un grupo, “Babaluca”, con relativo éxito. Regresa a México y en 2009 lanza su primer demo, “Aprendiendo a aprender” y, en 2010, uno más, producido por Natalia Lafourcade, “Mientras dormías”, hasta el lanzamiento de su LP, Déjenme llorar, el 26 de marzo de 2012, que desde entonces no ha dejado de sonar. Desde que salió, Déjenme llorar es un éxito, boca a boca, que poco se ha reflejado en los medios tradicionales —a pesar de haber ganado el Grammy latino. Sus conciertos, llenos, lo corroboran, sin la gran publicidad de otros. Se niega a hacer promoción en televisión, sobre todo desde que se declaró YoSoy132 —luego se alejó—, que fascinó a los jóvenes y que desde entonces la toman como su musa.
Sus canciones son de amor y desamor, no de protesta social. Su música es adictiva, pegajosa, cerca de Julieta Venegas, Natalia Lafourcade o Ximena Sariñana. Para mi gusto, ella es la mejor. Su voz es potente, capaz de cantar una ranchera, un bolero, una balada y desde luego el rock estilo pop. Es una gran intérprete de sus canciones, pero creo es mejor cuando canta clásicas del repertorio popular, a las que da un nuevo giro musical. Es, pues, mejor música e intérprete, que compositora, muy por encima de la moda, una voz con carácter y personalidad propia. Ninguna de las piezas que ejecuta tiene pierde. Su futuro es internacionalizarse —ya estuvo en Villa del Mar. Carla Morrison llegó para quedarse una larga temporada en el mundo de la música.
Cada vez más se conoce en susurros por las redes sociales. Pero los que saben, los propios músicos y compositores, reconocen en la cantante un gran potencial. No es gratuito que Juan Gabriel o Eugenia León graben dúos con ella. Una carrera sin el amparo de la televisión hace mucho que no la vemos. Da gusto y por eso es de destacarse el trabajo de la intérprete y compositora. Piezas de buen nivel musical, melosas, casi adolescentes, la de los jóvenes que parecieran no querer crecer. A partir de Déjenme llorar, su anterior demo que le produjo Natalia Lafourcade, Mientras tú dormías, es igualmente un éxito de ventas.

Esa chica no tiene necesidad de la televisión. No cualquiera.

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