sábado, 8 de noviembre de 2014

Gloria Trevi: la fama y la infamia

Sabina Berman es poeta, guionista de cine, dramaturga, novelista y periodista. Encasillada en nuestro país como gente de cine y teatro, en el resto del mundo la conocen ya por dos novelas con buena crítica: La mujer que buceó dentro del corazón del océano y El dios de Darwin. Un trabajo que se defiende solo, aunque en el caso de Gloria Trevi tuvo que escribir un libro, Gloria, para responder a los dimes y diretes públicos entre la escritora y la cantante de “Dr. Psiquiatra”, a propósito de la filmación del guión de Berman, dirigido por Barrie Osborne, aun sin estrenarse.

Un libro de indispensable lectura, con nuevas pistas para entender algunas claves de aquel escándalo por el cual la Trevi fue llevada a la cárcel en Chihuahua por poco más de cuatro años, acusada de corrupción, rapto y violación en 1999: iniciaba la persecución. Un libro único por su concepción, a manera de “en defensa propia”, por si Gloria Trevi lleva a los tribunales a Sabina Berman, por el resultado de su película.

Los periodistas de espectáculos no salen bien librados. Escribe Berman: “Pocos verifican nada. Casi nadie busca más fuentes que una sola. Aun la propia imaginación se vuelve una fuente autorizada… Se publican de Gloria noticias ciertas, inciertas e imposibles, entre ellas un satanismo en el clan Trevi–Andrade… A nadie le parece relevante fijar la verdad. Alguna verdad. Así sea un centímetro de verdad”.

Dos escritores, Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska, igual salen raspados: el primero “extirpa de la siguiente edición de Los rituales del caos el reportaje sobre Gloria y cambia la portada del libro, donde también la desaparece”. Berman le pregunta si “su conducta no fue una versión personal de la censura estalinista”. Él, “molesto”, responde: “No trato con quien me miente… Para mí fue como si hubiese escrito sobre un fantasma. Un ser inexistente”. Y de “la Periodista Más Famosa de México”, escribe: “Sencillamente sufre amnesia en relación a la cantante: no vuelve a mencionarla”.

Trevi, el centro del libro. Cómo no serlo. Berman no duda de su talento. Tampoco de la credibilidad de sus palabras, que va contrastando con las leyes. Una protagonista del mundo del espectáculo, Paty Chapoy, le declara que fue ella y Laura Suárez las que le dieron vuelo a la leyenda. Gloria Trevi dice: “A mí no me acusan de complicidad, me acusaban de yo haber corrompido, de yo personalmente haber violado, de yo haber personalmente raptado… Evidentemente yo no tengo ningún miembro viril”. Concluye Berman: “Y la justicia no se declaró sobre la complicidad o el encubrimiento posibles, porque no eran la materia del juicio de Gloria”.

Un libro esclarecedor. Léalo y descubrirá nuevos atisbos. Gloria Trevi tendría que agradecer al menos que alguien destape la posibilidad de conocer otra forma de encontrar la verdad de aquel escándalo, con periodismo de investigación. Mis respetos por el libro, raro en su literatura.


Ahora, esperemos sentados para ver la película: Gloria.

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